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El grupo Activa lleva dos años preparando la nueva era, consciente de que, tras la gran recesión, llegará un crecimiento, pero sabiendo que nada será como antes.

MARKET VISION REVISTA 223Anastasi Gallego, presidente de Activa Hogar.

Probablemente conocerán aquel chascarrillo del hombre de ciudad que se compró una segunda residencia en un pueblo, y que, el primer día en que acudió para arreglarla un poco, a media mañana se dirigió a la taberna del lugar y pidió un café. Le hicieron cuatro preguntas y le dieron una advertencia:
—Ándese usted con ojo, porque en este pueblo por nada le cuelgan a un mote.
—No se preocupe, ya me han prevenido —repuso.
Obviamente, a partir de aquel día cada vez que alguien le veía por la calle decía: «Hombre, ya viene por aquí El Prevenido».
Hubo un tiempo en que Anastasi Gallego, presidente de Activa Hogar y vicepresidente de Conzentria, no sólo predicaba en sus discursos la importancia del entusiasmo como virtud motriz de cualquier acción, sino que él mismo era un ejemplo de una ilusión contagiosa. Por encima de todo, positivo y dinámico. Y empujando a los demás a la acción, invitándoles a moverse. Un día, en uno de nuestros artículos editoriales de Market Visión, se incluyó una mención al «Entusiasmo», citando a Anastasi. Desde entonces, el mote le cayó encima, y el sector pasó a conocerle como Don Entusiasmo.
Pero llegó la crisis, que no sólo hemos vivido todos en nuestras carnes, sino que algunos la vimos llegar antes de que los políticos la reconocieran. También él. Como dice Anastasi Gallego, no hacía falta ser un gran economista formando en Harvard; bastaba con hablar con tu vecino y el director de la agencia de banco con que trabajabas, para saber que aquello iba a estallar. Le encanta la película «La Gran Apuesta», que muestra cómo a algunos analistas de inversiones les bastó con visitar un pueblo de los EEUU y ver que personas de pocos recursos habían comprado dos o tres pisos con hipoteca... para comprender la magnitud de la burbuja.
Anastasi Gallego advirtió que esto no era una pequeña crisis, de las de hacer ajuste de inventario y borrón y cuenta nueva, sino un tsunami o, también, una catarsis. Como se sabe, en la Grecia antigua catarsis era una purificación ritual de las personas o de sus pertenencias. Del mismo modo, en biología es una expulsión de sustancias nocivas que se encuentran en el organismo, y si hablamos de una terapia psicológica consistiría en un análisis profundo, quizá una dramatización, que expulsase todos los demonios particulares de nuestra mente. En efecto, el sistema económico se había envenenado, lleno de toda clase de activos tóxicos, y había que purgarlo.
Así que la gente le preguntó por qué había dejado de ser El Rey del Entusiasmo y se había convertido en Mister Catarsis. Entusiasta, sí, pero no ciego ante los acontecimientos. Y, en efecto, hemos vivido todos, y en parte todavía la vivimos, una enorme catarsis.
El grupo Activa ha experimentado su propia reconversión, quizá de las menos traumáticas dentro del panorama nacional. «Tuvimos algún trauma como el de Inca, pero amortizamos Akobe y absorbimos Unelco (desde Activa Distribució, ahora denominada Activa Shops). Y, después de todos los cambios y ajustes, hoy en día en Activa estamos en cifra de negocio por encima de lo que facturábamos cuando estábamos todas las sociedades que integraban el grupo antes de la llegada de la crisis. El año pasado cerramos con 96 millones de euros sólo en esta plataforma de Tarragona, lo que supuso 19 millones de crecimiento. En lo que llevamos de año 2016, mientras que el total del mercado arrojaba hasta mayo un descenso del 2,5% en salida de tienda, nosotros llevamos un crecimiento del 23%».
En el caso de esta plataforma, con almacén en Santa Óliva (Tarragona), centro logístico para Activa Shops y Distribució d’Electrodomèstics Àrea Nord-Est (respectivamente para las tiendas Activa y Decoractiva, es decir, canal de libre instalación y canal detallistas de cocina), parte del crecimiento de años anteriores se debe a la ampliación de áreas geográficas de competencia: Levante hasta Murcia, Madrid, zonas de Aragón. En el último año todo ha sido orgánico e incorporaciones de tiendas, a veces recuperación de comercios que con la crisis de plataformas habían quedado desamparados o que preferían esperar y ver antes de otorgar plena confianza a la cabecera de grupo.
«Algo estaremos haciendo bien, cuando estamos creciendo. Esto no son franquicias duras en las que los comercios permanecen atados de pies y manos. Si el comercio no gana dinero y no se siente satisfecho con la pertenencia a un grupo, sencillamente se va a otra parte. Aquí nuestros socios nos los ganamos cada día».
Ese «hacer las cosas bien» implica también estar preparados para el futuro, anticiparlo y poner los medios para seguir en punta. Hace ya casi dos años, el grupo nacional Activa hizo esta reflexión: «nos hemos reconvertido, somos los que estamos, hay que empezar de nuevo». Por así decirlo, es el regreso del entusiasmo. Pero desde la conciencia de dónde estamos, del cambio radical que se ha producido en el sector, de las nuevas circunstancias y las nuevas expectativas.
«Si queremos permanecer y en alguna medida conducir el mercado, es necesario cambiarlo todo, comenzando por la columna vertebral». Esa columna es la informática. «Y quiero decir que siempre hemos sido pioneros en ese campo. Eurowin, un programa que hoy tienen instalado el 70% de las centrales logísticas que hay en España, lo creamos nosotros, concretamente una empresa que teníamos dos socios, y que desarrollamos entre Diego Márquez, mi socio Juan y yo mismo; una empresa que luego vendimos, y que hoy es propiedad de la multinacional británica Sage.
»Ahora volvemos a plantear una revolución informática, porque el tronco cualquier proyecto es su base de datos. Ahí, uno de nuestros socios, Grucoga (de Galicia), que es una gente muy inquieta, había preparado un desarrollo importante al que nos hemos sumado, y así ahora hemos creado una intranet muy potente que las tiendas afirman que es “una pasada”. Es el programa de Activa, y también disponen del mismo nuestros socios en Conzentria. Entre otras cosas, contiene toda la información de producto, constantemente actualizada, y mejora mucho el acceso a la misma por parte de las tiendas, y la comunicación de ofertas, la publicidad en punto de venta... mediante un dispositivo conectado al sistema, por ejemplo, esa información les sale directamente en las pantallas que tengan en el establecimiento. Además, después del verano las tiendas instalarán pantallas táctiles, que no serán las primeras en el mercado puesto que hay otra organización que ha comenzado a desplegarlas, pero que podrás comprobar que en nuestro caso superan con mucho a la competencia en posibilidades».
Es base de datos permitirá a los comercios asociados hacer su propia explotación en internet. «Hemos creado un proyecto donde todos nuestros socios se pueden acoger a unos precios muy razonables, les facilitamos toda la columna vertebral, se la mantenemos cada día, les hacemos un proceso logístico para las ventas que puedan tener (sean las que sean), y enviamos directamente el producto a domicilio del cliente. Y cada cual puede poner su propia web, informativa o con tienda online, a partir de esto».
Pregunto: entonces ¿no se trata de crear una tienda online colectiva, y asignar las ventas efectuadas al socio de la zona donde esté el cliente?
«No, no —dice Anastasi Gallego—, ese proyecto ya lo tuvimos nosotros, fuimos pioneros hace seis años, pero pronto vimos que era demasiado complejo y lo cerramos. Ahora hay otros grupos que están en esa fase, respeto su proyecto y les deseo lo mejor, pero comprendimos que en nuestro caso no teníamos una empresa vertical, y que no debíamos hacer cosas en nombre de los asociados. Lo que ahora pretendemos es que cada tienda comercio pueda completar su oferta de tienda de proximidad con otra oferta digital, pequeña o grande, da lo mismo; y es y será su tienda, con el posicionamiento que desee, sólo que utilizando nuestra estructura de base de datos y logística, que ponemos a su disposición si la quiere. Y, si sólo quiere tener una web informativa, sin venta, también puede hacerlo: le ofrecemos los medios. La decisión es del comerciante, porque el negocio es suyo».
Bien, ya hay una columna vertebral informática. ¿Qué viene detrás? Un proyecto de tienda y una nueva comunicación, incluido un nuevo logotipo.
Todo esto viene explicado en otro documento en este número de Market Visión.

MARKET VISION REVISTA 223Almacén del centro logístico de Activa Shops, en Santa Òliva (Tarragona).

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